Dado que Massimo se crió en la ciudad toscana de Scarlino y Marcello en el pueblo de Vinci, no hubo un solo día en el que no disfrutaran del delicioso Aceite de Oliva Virgen Extra en sus platos de pasta, verduras e incluso en la sopa.

Se conocieron en el momento en que ambos eran líderes de cooperativas dedicadas a preservar la tradicional esencia del cultivo de los olivos a pequeña escala. Ambos compartían un profundo compromiso.

Entonces, en 2004, viajaron juntos a los Estados Unidos.

Los americanos producen y consumen mucha comida italiana, así que nunca pensaron que tendrían problema alguno para encontrar algo delicioso para comer.

Como expertos en la materia, muy sabios y muy tercos a su manera, fueron en busca de un manjar verdaderamente italiano.

Anduvieron de restaurante en restaurante sin suerte. En los pocos establecimientos que servían su comida con el AOVE, éste tenía un sabor rancio, diluido, sin aroma. Nadie pudo decirles de dónde provenían aquellos misteriosos líquidos.

Marcello se negaba a comer las verduras. Massimo ni se atrevía a tocar el pan.

Se fueron a una tienda de comestibles y vieron una plétora de productos, agarraron un AOVE el cual habían habían etiquetado eufemísticamente como "puros" y "ligeros", un tipo de aceite impropio para el aliño y carente de nutrientes saludables. Los amigos decidieron comprar aquel AOVE, aunque sólo fuera para satisfacer sus deseos de comer algo de mínima calidad. Pero lamentablemente, de vuelta al hotel, se dieron cuenta de que todas las botellas habían caducado.

Apenados por la falta de sabor los dos colegas se enfadaron, después reflexionaron y se dieron cuenta de lo que debían hacer:

• ¡Unamos nuestras cooperativas para poder ofrecer al Mundo el AOVE más fresco y conectado a sus raíces!
• ¡Expliquemos la Gran Historia del Aceite de Oliva!
• ¡Ayudemos a los fans de la comida italiana a navegar por las turbulentas aguas de los mares de los aceites!

Hoy en día las cooperativas en las que Marcello y Massimo siguen sirviendo OL.MA y Montalbano, están formadas por unos 1.000 miembros. Estos se han consagrado mediante su manera de trabajar para proteger el medio ambiente de la Italia rural.

Entre todos han conseguido llevar la cosecha más fresca de AOVE a las estanterías de los comercios, además de provocar un cambio sin precedentes en la Industria mediante un programa de trazabilidad que conecta a las personas con el origen de su AOVE a través de la aplicación BELLUCCI para dispositivos móviles.

Con el sabor siempre fresco de Bellucci y la información detallada sobre su origen, Marcello y Massimo están contribuyendo a que el auténtico AOVE llegue a los platos, a los paladares y a los corazones de todo el mundo.